viernes, 27 de junio de 2008

A veces


A veces es tan necesario ir a la orilla del mar, soltar un enorme grito tratando de superar las olas temerarias, el sonido ensordecedor del mar y el viento, endiablados ruidos que hacen ver que hay algo mas exacerbado que tu misma, que cuando terminas de gritar por fin estés agotada y sientas algo,
Apreciar el olor a mar, a viento, empapando tu cara de agua salada, el olor del dolor…desgarrador insultante,
Mientras desde lo alto la luna llena te mira burlona, poseedora del saber de siglos de amor y desamor, sabiendo que ese grito no te servirá de nada, que será como cuando das tu cabeza contra un muro indestructible.
A veces es necesario parar, frenar, dejar que el tiempo cure heridas…que  vayan cerrando… pero no las damos tiempo, vamos buscando caminos, creando laberintos que no llevan a ninguna parte, muchas veces abriendo brechas en el corazón absolutamente innecesarias, que terminan por hacer que nos derrumbemos, que nos hundamos cada vez mas.
Y ese sentimiento es tan sutil, que no te das cuenta hasta que no estas casi acabada, entonces estallas…como un cohete de colores, salen mil pedazos de dentro de ti, es como si la vida se rompiese, se partiese en cientos de pedazos diminutos, para dejar que cada pedazo se haga a si mismo y trate de volver a unirse en ti.
Es entonces cuando nos damos cuenta de todo lo que siempre hemos tenido delante, que son imprescindibles en la vida, tus hijos, tus amigos, personas que aportan mucho, que te enseñan, que te quieren de verdad entonces piensas¿ y quería dejar todo esto de lado por una ilusión?…

No se si es reflexión o relato, son solo pensamientos, a ver, quien me dice que no le ha pasado…
Carmen
10-03-08

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